Juan Arias, entrenador venezolano que fue protagonista de las hazañas de Cañonero II en la Triple Corona de 1971, falleció ayer viernes 20, según se dio a conocer a través de las diferentes redes sociales. El veterano profesional tenía 83 años de edad. Un apasionado del hipismo desde temprana edad, Arias nació en el estado Yaracuy en 1938 y se mudó a la capital venezolana junto a su familia siendo un adolescente. En 1959, luego de haber cumplido con el aprendizaje requerido, recibió su matrícula como entrenador de caballos purasangre de carreras. Fue triunfador en eventos selectivos, y a pesar de no contar con una caballada numerosa fue un frecuente ganador durante la década de los ‘60.  Quizás la vida del siempre popular entrenador cambió a finales de 1969 cuando recibió en su establo a un potro castaño, fuerte de físico pero con un serio defecto de aplomos. Hablamos por supuesto de Cañonero II, caballo adquirido en subasta por Luis Navas en apenas $1,200 y que luego fue negociado para el empresario Pedro Baptista, quien le confió su cuidado a Arias. El hijo de Pretendre fue llevado paso a paso durante su proceso de doma y debutó ganando en el hipódromo La Rinconada, posterior a lo cual fue llevado a Del Mar para participar en el Futurity, carrera para la cual había sido nominado, y en la que arribó en el quinto lugar. Cañonero II retornó luego a Venezuela para ganar tres carreras antes de fracasar en el Clásico Gobernador del Distrito Federal. Con una campaña de cinco primeros -uno en 1 ¼ millas- en nueve actuaciones, Cañonero II y un equipo conformado por Pedro Baptista como propietario, Gustavo Avila como jinete, Juan Quintero como caballerizo, y Arias a cargo del entrenamiento, emprendieron en 1971 una de las aventuras más recordadas en la historia de la Triple Corona norteamericana. Contra todos los pronósticos, superando adversidades y barreras sociales, Cañonero II hizo enmudecer a las tribunas de Churchill Downs con un resonante triunfo en el Kentucky Derby, que para muchos constituye una de las hazañas más importantes del deporte en Venezuela. Juan Arias siempre contaba la anécdota de todo lo que tuvo que hacer para que se le permitiera salir a la pista a recibir a su caballo. El resto de esta insólita historia es por todos conocido. Cañonero II demostró en el Preakness Stakes que su triunfo en el Derby no había sido obra de la casualidad, imponiendo entonces un récord de pista para la milla y 3/16. Juan Arias se convirtió en una personalidad, dejando de ser el hazmerreír de los entendidos, quienes en principio se burlaban del sistema de entrenamiento aplicado por el venezolano. Finalmente Cañonero II, víctima de una afección en un casco a consecuencia de un hongo, no pudo pasar del cuarto lugar en el Belmont Stakes, disputado ante una asistencia sin precedentes al hipódromo de Belmont Park. Juan Arias regresó a su país natal, donde por etapas tuvo cierto éxito en su profesión. Durante un tiempo estuvo retirado del oficio, pero nunca estuvo desvinculado de la industria, ya que trabajó como comisario en La Rinconada y ayudó en la formación de varios entrenadores. Posteriormente retornó al entrenamiento, logrando algunos triunfos, y de igual manera se desempeñó como entrenador asistente, entre otros, de Gustavo Delgado. Desde DRF en Español rendimos tributo a la memoria del “Derby Winner” Juan Arias, elevando oraciones por su eterno descanso.